jueves, 17 de septiembre de 2009

De lo efimero de la vida: La Muerte y el Caballero de Pedro de Camprobín


Pedro de Camprobin nació en Almagro (Ciudad Real) en 1605. Pertenecía a una familia de pintores genoveses y su padre era platero. Con 14 años ingresó en el taller de Luis Tristán en Toledo, desplazándose en 1630 a Sevilla para ingresar en el gremio de pintores. Allí permanecerá hasta su muerte, acaecida en 1674 cuando contaba 69 años de edad.
Se especializó en la pintura de bodegón, aunque se conservan otras obras de su mano, con una temática diferente, como la Magdalena de la iglesia del Divino Salvador de Sevilla, o La Muerte y el Caballero, que pertenece al Hospital de la Caridad de la misma ciudad.
Este último cuadro nos muestra una escena en la que un caballero recibe la visita de una dama. Ante su presencia el caballero se descubre, mientras señala un grupo de elementos que se encuentran en primer término: instrumentos musicales, libros, armas y dinero, que forman un bodegón sobre una mesa.
Por la expresión del caballero se trata de una visita inesperada. La dama que aparece cubierta con un velo y que muestra uno de sus ojos no es otra que la muerte, que aparece de improviso cuando nadie la esperaba.
El caballero señala al bodegón del primer término, como símbolo de los placeres del mundo, que con la llegada de la muerte son inútiles, ya no podrá disfrutarlos.
El significado del cuadro es claro. La muerte puede llegar en cualquier momento, cuando menos se la espera y de nada nos servirá lo que hayamos acumulado en nuestro periplo vital. Por lo que debemos estar alerta y preparados para ese momento.
Este cuadro pertenece al género de las Vanitas, muy practicado en la época barroca que incidía en la idea de la inutilidad de los placeres mundanos frente a la seguridad de la muerte. El género recibe el nombre de uno de los pasajes del Eclesiastés: Vanitas vanitatum, omnia vanitas (Vanidad de vanidades, todo es vanidad), que refuerza esa idea, de nada sirven los apegos al mundo si no se salva el alma.
Hay que entender este cuadro dentro del contexto para el que fue creado, el Hospital de la Caridad de Sevilla, impulsado por Miguel de Mañara, quien ideó el programa iconográfico del mismo. En la iglesia del hospital encontramos obras de Murillo, Valdés Leal o Pedro Roldán todas ellas girando en torno a los temas de la caridad cristiana y meditaciones sobre la muerte, donde podemos encuadrar esta obra.

1 comentario:

  1. muy bueno el articulo, la verdad que me gusta aprender cada dia mas de ti, eres muy bueno en la materia, la verdad k se te da muuy bien, ojalá tengas mucho exito, saludos!!

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